La
tía Isabelita
Frío
en la ciudad colándose por rendijas de puertas y ventanas. La vieja casona
respira su invierno en los pulmones de
la vieja tía que deambula su ruido de chancletas entre los desolados macetones
del patio.
El
crujido de Infantiles pisadas deja sus huellas sobre la alfombra de hojas
doradas, mientras la anciana busca la vista ciudadana tras los amarillentos
visillos de voile
.-
Adiòs, tía Isabelita.- la saludan los niños en rito mañanero
La
sonrisa alisa las arrugas del viejo rostro que se propone regresar al encuentro de la vida
Las
puertas abiertas del antiguo ropero tosen polillas y recuerdos.
El
chal color naranja de motitas marrones, está ahí esperando cobijar con su
tibieza la otrora grácil silueta
Oculto
bajo el chal reluce el plateado del cofre que al caer se abre cual caja de Pandora , echando a los aires las cartas
del amor perdido de la joven que no
había logrado huir de esta vieja casona convertida en cárcel por mandato materno, hace tantos años
La
temblorosa mano sostiene el mate que burbujea susurros de amargura hasta que en gesto de impotente adiós, es
estrellado contra la pared del dormitorio
-----------------------------------
No hay comentarios:
Publicar un comentario