Deseo que ustedes se informen de que la hermosa sacha cabra está en vías de extinción, por lo cual deberíamos propagar este conocimiento, para que llegue a la conciencia de los cazadores que la persiguen.y ahora pasemos a la leyenda............................
Cuando ese otoño llegó al pueblito serrano, buscando sus orígenes; mejor dicho a su madre biológica, Norma nunca imaginó que esta búsqueda iba a arribar en un desenlace tan trágico para ella. Tal vez era la maldición que portó desde el comienzo de su gestación, allá en los lejanos pagos de Santa Fe.
Todo era producto de la triste consecuencia de la ignorancia entre la gente humilde que no tenía acceso a la educación por su condición de desamparo. Por eso no podía juzgar a quien la había llevado en su vientre nueve lunas para entregarla en adopción. Fue un despertar a esa convicción cuando comenzó a ejercer su tarea de maestra en uno de esos barrios periféricos, que no corresponden a grupos privilegiados que se aíslan en ghettos para no verse contaminados por la gente que no se aviene a su status,sino a un barrio de gente marginada por la sociedad.El constante contacto con la población escolar,le hizo comprender muchos de los porqué .............. Cuando arribó a la Villa comenzó a buscar un empleo temporario que la sostuviera mientras comenzaba la búsqueda. Era la época de las vacaciones y aunque contaba con su sueldo de maestra,no le sobraba para pagar un alquiler temporario.Fue así como se avino a servir de moza en un bar céntrico. Lo que el trabajo era en turno mañana, aprovechaba las tardes para visitar lugares que la atraían misteriosamente. Algo en el canto de los zorzales le iba despertando sensaciones de algo que no podía discernir y al volver de sus correrías por la sierra , se asombraba al ver huellas en su habitación que no correspondían a su calzado, sino a algo así como pequeñas pisadas de pezuñas.Una de esas tardes, siguiendo unas huellas parecidas, se internó en un paraje cercado de tiernos y olorosos tréboles, guiada por el sonido lejano de pequeños cascos que se perdían en el horizonte.
Ese atardecer unos jóvenes que andaban detrás de experiencias de caza, contrataron a un baqueano poco escrupuloso para que los llevara a algún sitio que colmara sus expectativas. Guiados por el aroma del camino sembrado de tréboles, se fueron internando en la sierra hasta visualizar huellas pequeñas de cérvidos. Unos ojos dulcemente tiernos los atisbaron entre la espesura, con curiosidad pero sin temor. Fue el final de la sacha cabra ;pues la carabina empuñada por el cazador disparó la muerte en una fuerte explosión. Temeroso el baqueano por las consecuencias de la cacería furtiva aconsejó a los jóvenes que cubrieran los despojos de la sacha cabra con una lona en la cabina de la camioneta y que no tardaran en despostarla para no ser descubiertos y sancionados por el delito.Un viento huracanado y aullante persiguió la huída del vehículo que escondía en su interior al animalito asesinado,nubes cargadas de electricidad amenazaban chocar entre ellas y provocar pavores de tormenta. El terror sobrecogió los ánimos¡¡ jamás habían imaginado tal repercusión de los elementos por su crimen a la naturaleza!! algo más había............
Al llegar a la cabaña,prontamente escondieron la camioneta, resueltos a que apenas comenzara a amanecer se dedicarían a despostar a la corzuela, pero ya no les apetecía la promesa de un sabroso asado con su carne.
Esa noche no pudieron conciliar el sueño,pues presa o no de la imaginación, se oía en el silencio de la noche un quejido cuasi humano y un roce de leves pisadas incesantes alrededor de la cabaña que habitaban.
Cuando la claridad iluminaba poco a poco el filo de los cerros, se encaminaron a la camioneta y al descorrer la lona que cubriera a la sacha cabra, en vez del animalito, encontraron el cuerpo desnudo de una joven que creyeron reconocer.
Esa mañana en el bar donde trabajaba Norma, se extrañó su presencia y algunos parroquianos preguntaron por la moza de ojos y andares de corzuela .
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